Especiales #7
Dossier Tsai Ming-liang
“Hay sencillamente demasiado que pensar” titulaba Saul Bellow uno de sus artículos publicado en un volumen paradójicamente titulado Todo cuenta. Y demasiado que leer, tanto que puede que uno nunca llegue a leer dicho artículo a cuyo título conoció gracias a un suplemento cultural (esos cómodos sucedáneos de la lectura). Pero si algo sufre de hípersaturación en nuestro mundo es la imagen: sencillamente, hay demasiado que ver, y el acto de mirar se ha vuelto cada vez menos inocente toda vez que las imágenes se han convertido en “formas que piensan” (Godard) que “miran a los que las miran” (Marker). Ante tal frondosidad, corremos el peligro de las ramas no nos dejen ver el bosque y se vuelve imprescindible podar con tiento las ramas que más nos interesan, sí, podar justo esas, las que podrán germinar en nuevas imágenes nuevas. Es una labor que el espectador comparte con aquellos cineastas que entienden su ejercicio como búsqueda y no como una reproducción especular de fórmulas. Estos “nuevos cineastas nuevos” fueron denominados una vez como francotiradores pero, como dice un amigo de esta revista, los francotiradores han muerto, ahora se necesitan kamikazes. Uno de ellos es Tsai Ming-Liang.
RECORRIDO
Por Adrian Martin
Ch'ing shaonien na cha, 1992
Por Daniel de Partearroyo
DONG, 1998
Por Marcos Vieytes
bu san, 2003
Por Alfonso Crespo
63º Festival de Cine de Venecia
Por Manuel Yáñez Murillo
Ai qing wan sui, 1994
Por Ferdinand Jacquemort
Ni neibian jidian, 2001
What time is it there?Por Alejandro G. Calvo
Tian bian yi duo yun, 2005
Por Alejandro Díaz
LEE KANG-SHENG, Bu jian, 2003
Por Roberto Cueto
58º Festival de Cine de Venecia
Entrevista (2001)Por Lorenzo Esposito y Donatello Fumarola
He liu, 1997
Por Jaime Pena
Tianqiao bu jianle, 2002
The skywalk is gonePor Israel Paredes
Hei yan quan, 2006
Por Àngel Quintana