El Festival Internacional de Animación de la villa francesa de Annecy es el más antiguo del mundo en su género, y el más prestigioso de Europa. Comenzó a celebrarse en 1956, como una derivación del Festival de Cine de Cannes, para acoger y difundir las producciones de animación que se realizaban de manera independiente y con intereses artísticos o experimentales. Primeramente bienal, desde 1995 se celebra anualmente; la de este año ha sido su 30ª edición, teniendo lugar del 5 al 10 de junio.

Annecy es uno de los puntos más frecuentados por investigadores, estudiantes de animación y profesionales de todo el mundo. La muestra comprende competiciones oficiales de cortometrajes, largometrajes, trabajos de fin de estudios, series de TV y otros encargos (animación Flash, spots, etc.). También es la plataforma privilegiada para dar a conocer los grandes estrenos que se nos avecinan, celebrándose diversos preestrenos y homenajes. Por último, existen programas complementarios a los pases de competición oficial, que reúnen obras maestras de la animación bajo diferentes argumentos temáticos; el país invitado este año ha sido Italia, rindiendo tributo a sus autores y tendencias genuinas mediante pases antológicos de Bruno Bozzeto, Guido Manuli o Gianluigi Toccafondo, entre otros.

Presencia española

La reciente edición del Festival ha sido especialmente significativa para la animación española, dada la alta participación de trabajos en competición, así como por haber recibido su primer premio en los últimos veinte años: el de Mejor Serie de Televisión para Pocoyo (David Cantolla, Guillermo García. 2005). Entre los nueve trabajos españoles seleccionados cabe destacar los cortometrajes La gallina ciega (Isabel Herguera. 2005), The Tell Tale Heart (Raúl García. 2005) y Minotauromaquia, Pablo en el laberinto (Juan Pablo Etcheverry. 2004).

Isabel Herguera se inició en la animación experimental en la famosa escuela de Cal Arts, en California. Trabajó durante varios años en su propio estudio de publicidad en Los Ángeles. Desde el 2003, es directora de la Mostra Internacional d'Animació de Catalunya Animac , que se celebra en Lleida. La gallina ciega está inspirada en uno de los relatos de Max Aub: describe las impresiones de un ciego que pierde su perro guía y su bastón en medio de la gran ciudad.

Raúl García es uno de los históricos de la animación española, aunque la mayor parte de su carrera se ha desarrollado en Estados Unidos: director de animación de varias de las superproducciones de Disney de los años noventa, ha colaborado también con el estudio francés Gaumont. Su película a concurso, The Tell Tale Heart , acusa su admiración por el cortometraje del mismo título de la UPA; es un homenaje, también, al desaparecido ilustrador Alberto Breccia, que llevó al cómic el relato original de Edgar Alan Poe. El doblaje cuenta con un actor de excepción, Bela Lugosi, que vuelve de la tumba para declamar el relato: el encuentro en E-Bay de una grabación inédita hizo realidad este espeluznante proyecto.

Juan Pablo Etcheverry es el animador joven con mayor proyección en España; su película Minotauromaquia nos ha representado en multitud de eventos internacionales. Uruguayo de origen, estudió Bellas Artes en Barcelona y más tarde pasó a Galicia, donde trabaja en la actualidad. Realizador exquisito, utiliza principalmente la plastilina en sus proyectos: en Minotauromaquia, un Picasso anciano se enfrenta con los fantasmas de su pasado, huyendo de su laberinto sobre un fondo musical de Igor Stravinsky.

The Tell Tale Heart, Minotauromaquia y Gallina ciega.

Preestrenos

En Annecy tienen lugar diferentes conferencias y preestrenos de películas próximas a su distribución europea. Ejecutvos de Pixar y Dreamworks fueron invitados para hablar de sus respectivos lanzamientos, Cars (John Lasseter. 2006) y Vecinos invasores (Over the Edge. Tim Johnson. 2006). Asimismo fue proyectado el largometraje de animación todavía inédito en España Monster House (Gil Kenan. 2006), una coproducción de Robert Zemeckis y Steven Spielberg.

Más interesante fue el pase del último largometraje de Michel Ocelot, Azur et Asmar, coproducción entre Francia Italia y España. Michel Ocelot es un virtuoso de la animación con siluetas, el mejor después de la mítica Lotte Reiniger; como en un maravilloso teatro de sombras chinescas, sus elegantes escenografías y sus personajes estilizados transmiten toda la riqueza y la fantasía de sus cuentos de hadas. En soledad, Ocelot ha realizado un sinnúmero de cortometrajes e incluso series de televisión; desde que produjo su primer largometraje, Kirikú y la Bruja (Kirikou et la Sorciére. 2001), ha readaptado su lenguaje visual a los requerimientos de una producción más masiva y menos personal.

Azur et asmar.

Azur et Asmar es su primera incursión en la animación infográfica: su bellísima apariencia combina el volumen y las sombras con superficies de color plano, recordando los orígenes formales de este animador. Sus películas son, además, inteligentes y graciosas: criado en el Congo Belga, Ocelot conoce bien las culturas tribales y su hábil narrativa. Él utiliza estos recursos para ironizar sobre la ignorancia, la superstición y la intolerancia entre los pueblos, ofreciendo un modernísimo discurso a partir de un cuento que bien podría haber formado parte de Las Mil y Una Noches. Gabriel Yared ha escrito y dirigido su romántica banda sonora.

Homenajes

La sensación de este festival ha sido, sin duda, la presencia de Tim Burton, a quien se entregó un premio honorífico por su vinculación con el cine de animación y especialmente por la película La novia cadáver (Corpse Bride. 2005), que fue repuesta durante el certamen. Al término de su proyección, Tim Burton salió a saludar en el teatro y responder las preguntas del público. Aunque siguen siendo una inspiración para él, no hay posibilidades de que vuelva a implicarse en la realización de un cortometraje animado; ciertamente, la película del mexicano René Castillo Hasta los Huesos (2000) —famoso por sus anuncios para Levi's animados con stop-motion—, pudo sugerir la secuencia del bar y en general la concepción del Inframundo en La novia cadáver, aunque la única influencia confesada por Burton en la entrevista fue la del animador de marionetas Ray Harryhausen.

Paralelamente al festival, se celebraron exposiciones temáticas sobre cómic y animación. En esta ocasión, el dibujante Quino, padre de Mafalda, y el americano Robert Breer —considerado el Marcel Duchamp de la animación— recibieron su homenaje en el Castillo-Museo de Annecy.

Palmarés 2006

En el palmarés destacaron dos mujeres: la portuguesa Regina Pessoa, que recibió el Gran Premio del Festival por su Historia trágica con final feliz (Histoire tragic avec fin heureuse. 2005), y la que es ya una histórica de la animación independiente, la británica Joanna Quinn, que ganó el Premio Especial del Jurado y el Premio del Público por Dreams and Desires: Family Ties (2005). Ambas son películas muy diferentes: una es un drama intimista, y la otra, una comedia familiar, hiperbólica y desmadrada; la película de Regina Pessoa costó tres años de realización, al haber elegido una técnica gráfica cercana al grabado en relieve; la de Joanna Quinn, en cambio, es fresca y espontánea, con un dibujo elástico y exultante. El reconocimiento otorgado a ambas no sólo reivindica los logros de sus respectivas carreras, sino además la voluntad de seguir animando a mano, a la búsqueda una estética personal e inconfundible.

Historia trágica, Family ties, Pocoyo.

En la competición de largometraje, la producción francesa Renaissance (Christian Volckman. 2006), una película para adultos, se alzó con su galardón contra las expectativas que miraban hacia Astérix y los Vikingos (Astérix et les Vikings. Stefan Fjeldmark. 2005). Entre los premios para estudiantes —competición que cada año sorprende más en cantidad y calidad— sobresale por su comicidad la inglesa Astronauts (Matthew Walker. 2005). Amén del premio a la serie española Pocoyo, ya mencionado, cabe destacar finalmente la original y minimalista One D (Michael Grimshaw. 2005), que describe con enorme ingenio las situaciones que tendrían lugar si el mundo tuviera una sola dimensión; su autor, el canadiense Mike Grimshaw, se curtió en la animación colaborando, entre otras, en la realización de la inefable Gary Larson's Tales from the Far Side (Marv Newland. 1994), considerado un clásico imprescindible del humor.