NÚMERO #7

Editorial

 

Ha pasado mucho tiempo, lo sabemos. Diez meses desde nuestro número 6 —dejando a un lado La Catatonia Nacional, un artículo de urgencia que publicamos justo después del Festival de Venecia 2006—. En todo este tiempo, al trabajo habitual de edición se ha sumado, como se puede notar a primera vista, un completo rediseño, algunos cambios menores en la estructura de la revista y el desarrollo de nuevas funcionalidades que, poco a poco, irán estando disponibles para, esperemos, mejorar la experiencia del lector y también la de los editores a la hora de producir cada nuevo número. En nuestro ánimo está que todo ello redunde en una mejora de nuestra periodicidad (nuestro caballo de batalla, lo sabemos también).

Entre esas nuevas funcionalidad destacamos la posibilidad de realizar búsquedas, de obtener todos los artículos escritos por cada uno de nuestros colaboradores o todos los artículos que hemos publicado referentes a un director (con la salvedad de que, por ahora, sólo están adaptados al nuevo diseño los contenidos del número 7 por lo que sólo se obtendrán resultados parciales). En breve,  además de ir adaptando nuestros números anteriores al nuevo diseño, irán estando disponibles otras funcionalidades como la generación de PDF, impresión automática o aumentar y disminuir el cuerpo de letra de los artículos, entre otros.

Como contrapartida a este retraso, los contenidos de este número han engordado de manera proporcional al tiempo invertido por lo que podemos decir que este número 7 —nuestro octavo número, contando con el tentativo Número Zero, en el que aún nos preguntábamos si esta aventura tendría continuidad o respuesta por vuestra parte, dos incógnitas satisfactoriamente despejadas a estas alturas— es nuestro número más hipervitaminado y mineralizado, destacando el Dossier Tsai Ming-liang, el que puede ser nuestro especial más ambicioso hasta la fecha.

Sólo nos queda desear que, tras tanto trabajo, el resultado os guste.

Los editores.